Delimitación de las necesidades reales del servicio. Zonificación de requisitos (frecuencias, medios técnicos y humanos), rendimientos óptimos y definición de estándares de calidad.
Interpretación del servicio actual. Medios técnicos y humanos asignados al mismo, cumplimiento de frecuencias y rendimientos reales. Identificación del personal subrogable y comprobación de la veracidad de los datos de la plantilla remitidos por la contrata. Identificación del margen comercial actual de la contrata.
Identificación de áreas de mejora del servicio.
Contraste del servicio óptimo con el servicio que se recibe y propuestas de reorganización con evaluación de posibles impactos sociales y económicos.
Cálculo de la estructura de costes del servicio actual con escandallos y contraste con el escandallo del servicio optimizado.
Elevación a informe de las propuestas de optimización.
Asesoramiento y seguimiento de los procesos de subrogación.
Asesoramiento en la solicitud de información de plantillas y elaboración o propuestas técnicas y organizativas para los pliegos.
Asesoramiento en la internalización o externalización del servicio.
Implantación de sistemas de control de presencias y horarios.
Control mensual de los posibles pasivos laborales que puede generar la contrata con emisión mensual del “Informe de pasivos Laborales”.
Asesoramiento en conflictos.
Identificación de incumplimientos en las jornadas ofrecidas por el proveedor.
Mediante esta fiscalización se evita desvíos en la parte del servicio sujeta a valores conocidos y aceptados por la contrata por la aceptación del pliego de condiciones o cuaderno de cargas. Nos encontramos ante parámetros incuestionables, como pueden ser las jornadas ofrecidas, el número de operarios que prestan servicio, la desviación con los que prestaban servicio en el momento de ser subrogados por las actuales contratas, sus jornadas o sus categorías.
Los controles de pasivos laborales facilitarán información de:
Posibles situaciones en las que las contratas pueden estar adscribiendo personal excedente de otros centros a su centro.
Posibles situaciones en las que las contratas pueden estar adscribiendo personal excedente de otros centros a su centro.
La situación de pago de los Seguros Sociales de las contratas.
Infracotizaciones a la Seguridad Social.
Pactos con la plantilla o parte de ella de los cuales no tenga conocimiento el Cliente.
La inclusión de nuevos operarios de otros centros de trabajo externos al Cliente.
Los controles de presencias facilitarán información de:
El cumplimiento de la jornada diaria y semanal de cada trabajador.
En los centros de con frecuencias superiores a la diaria alertarán del cumplimiento o no de la misma.
El cumplimiento con la legislación laboral.
El cumplimiento con las obligaciones con la plantilla (salariales, seguros sociales, jornada, uniformidad, etc…)
El estudio de los posibles impactos sociales, conflictos laborales y su minoración.
Auditorías de calidad del servicio recibido.
Seguimiento continuo de la calidad del servicio con centralización de las incidencias.
Seguimiento histórico de la calidad del servicio.
Identificación de incumplimientos de frecuencias y tareas.
Las auditorías de servicio o control de calidad tienen como objetivo:
Comprobar que las frecuencias efectivas son iguales a las del pliego de condiciones o cuaderno de cargas y advertir al cliente en caso de incumplimiento.
Comprobar que los estándares de calidad del servicio son los ofrecidos.
Comprobar que los medios humanos y técnicos son los requeridos en el pliego y los ofrecidos en la oferta en caso de ser mejorados.
Identificar puntos de mejora para futuras consultas comerciales o concursos públicos.
Identificar e informar al Cliente de posibles problemas en el desarrollo del servicio.
Valorar las muestras obtenidas y emitir informes sobre los resultados obtenidos.
Dentro de la mecánica lógica de estas auditorías se encuentra la realización de visitas, en los periodos definidos con el cliente, a los centros o zonas de trabajo.